El pasado 2012, acabamos el año con un cómputo de 52 mujeres
asesinadas por violencia de género (con reconocimiento oficial).
A día de hoy, en lo que va de 2013, llevamos ya 44
asesinatos (más otros cinco casos de violencia de género extendida – es decir,
que implican a menores) y aún nos falta mes y medio para acabar el año.
Octubre del año pasado acabó con 38 mujeres asesinadas, lo
que quiere decir que en dos meses se produjeron 14 asesinatos más. De esos 14, en el mes de noviembre se
produjeron 6 asesinatos, poniendo el
cómputo del mes en 44 asesinatos.
Es escalofriante ver que a fecha de hoy, solo una semana
después de nuestro último encuentro en este espacio y con los asesinatos que hoy denunciamos, hemos igualado el número de asesinadas a 30 de noviembre del 2012.
Desde 2010 se había podido observar una disminución en los casos de violencia de género que
acababan de esta forma tan irreversible.
Pero con esta proyección parece que la tónica general se invierte.
¿Quieren acaso estas cifras decir que estamos en peligro
de volver hacia atrás? Esperemos que las cifras se contengan y que esta cercanía hacia los datos finales del año anterior sea solo una falsa alarma, a pesar del aumento continuado de asesinatos por violencia de género (directa o
extendida) durante este año.
Mientras tanto, otro aspecto que me preocupa considerablemente es que día a día, se siguen
mermando los recursos para aplicar la Ley Integral contra la Violencia de Género, mientras crece de manera inversamente proporcional la indefensión de las mujeres en dicha situación. Una ley que, aunque pueda parecer lo contrario y así se empeñen muchos en manifestarlo, beneficia a todas aquellas personas que sufren violencia en el ámbito de la pareja o familia, aunque - por sus características - no se pueda denominar del mismo modo a una y a otra (tema que abordaremos en otro momento).
Unido a esta situación, lo que
es aún más grave y lamentable, es que seguimos siendo muy crueles a la hora de juzgar
a las mujeres que pretenden tomar las riendas de su vida para evitar que
aquellos que dicen estar a su lado, lleguen más allá en un camino de violencia física o psicológica que las anula día a día, mientras al exterior muestran su cara más amable, su carácter más bonachón, su aparente aspecto de "bellísima persona". Pero nadie podemos saber que es lo que pasa dentro de una casa, ni tenemos la capacidad de juzgar aquello que no conocemos. Demosles a ellas, al menos si no nuestro apoyo, el beneficio de la duda, y eduquemos a nuestros hijos e hijas, a nuestras nietas y nietos, a nuestro alumnado, en un verdadero espíritu de igualdad y respeto que, sin duda ayudará a erradicar en el futuro la peor lacra social que podemos sufrir.
Y para ello prestemos atención a los estimulos que les llegan también del exterior, de su entorno más próximo y ensémosles a actuar con espíritu crítico.
MARTES 12 DE NOVIEMBRE. 12'30 HORAS.
HALL DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA.
NUEVA CONCENTRACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
¡ACOMPÁÑANOS!
TU SILENCIO TE HACE CÓMPLICE